Gargantilla Mano de Fátima oro blanco 18 quilates (18K- 750mm)
  • Gargantilla Mano de Fátima oro blanco 18 quilates (18K- 750mm)

Gargantilla Mano de Fátima oro blanco 18 quilates (18K- 750mm) G281

259,00 €
Impuestos incluidos

Gargantilla con la Mano de Fátima oro blanco . Realizado enteramente en oro  18 quilates (18K- 750mm) . Grabado con su debido sello de contraste de fabricación de oro de 1ª Ley.

Forma: calada lisa, medida mano 9×14

Longitud de la gargantilla: 42cm con posibilidad de abrochar a 40cm

La mano de Fátima, Jamsa, tiene su origen en el antiguo Egipto y Cartago, es un amuleto o talismán protector de las desgracias, en otras culturas los tres dedos juntos significa una muestra de agradecimiento y admiración.

Independientemente del significado que se le quiera dar, es un colgante realmente precioso.

Tendrás este Colgante Mano de Fátima de oro 18k , en el domicilio que nos indiques en un plazo de 24/48 horas. Envío gratuito para la Península

Cantidad

Si quieres saber más sobre el oro continúa leyendo:

Las joyas de oro son, además de preciosas, duraderas pues no se oxidan (no le afecta el aire, ni el calor ni la humedad) por lo que no pierden su brillo ni su color a lo largo del tiempo.

El oro está que está en estado puro en la Naturaleza se le denomina «oro fino» u «oro de 24 quilates», es muy maleable, blando, por lo que para aumentar su dureza y poderlo trabajar en joyería hay que mezclarlo con otros metales.

En España se fabrica el oro de 18 quilates (comúnmente denominado 18K) llamado también «oro de primera ley», u «oro de 750 milésimas» (750mm). esto quiere decir que tiene 750 partes de oro puro y 250 partes de otros metales: plata pura y cobre fino, variando la proporción de estas para obtener el tono deseado.

Limpieza y mantenimiento de las joyas de oro:

Lavarlas con agua y jabón, a nosotros el que más nos gusta es la pastilla de detergente tipo FLOTA, lo puedes encontrar en cualquier tienda.

Procedimiento: se moja un cepillo no muy duro en agua y se pasa por encima de la pastilla de jabón para poder coger un poco de este, se frota suavemente la pieza hasta que haga una buena espuma, insistiendo en las partes más sucias y se aclara después abundantemente con agua. Finalmente se seca con papel absorbente o una gamuza que no suelte pelusa.

Para el mantenimiento de tus joyas es conveniente que, sobre todo si la usamos mucho, observarlas detenidamente para ver su desgaste, unión de eslabones, cierres, engastes…en cuanto notemos que necesita reparación llevarla al joyero para que la repare y no la perdamos.

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Referencias específicas